El estilo de
Elche-Archena
En la Contestanía el género
más importante de cerámica pintada es el
estilo de Elche-Archena que ha
sido definido a partir de los hallazgos de la Alcudia (Elche,
Alicante) y del Cabezo
del Tío Pio (Archena, Murcia) Al igual
que Liria-Oliva, Elche-Archena es un estilo pictórico narrativo donde los
motivos geométricos se asocian a representaciones florales, animales y humanas.
La gran diferencia con el anterior estriba sobre todo sus temáticas
eminentemente religiosas, destacando los contenidos de corte mitológico y posiblemente, el mundo de ultratumba. Aparecen divinidades aladas, fieras
con las fauces abiertas en actitud amenazantes, a veces enfrentadas en combate
a un personaje humano representado recurrentemente como un héroe mitológico. Las investigaciones más
recientes fechan el inicio del estilo de Elche-Archena a partir de mediados del
siglo II a. C. y su final en el siglo I d. C. Aunque
genuinamente ibérico en su expresión y contenido, el estilo Elche-Archena
constituye una expresión artística del período ibero-romano. Su aportación al
conocimiento de la Cultura Ibérica es complementaria a la de Liria-Oliva, ya que
las temáticas constituyen una puerta abierta sobre la superestructura y la
expresión religiosa de los Iberos.
El nombre de Elche-Archena , aplicado a un
estilo decorativo en la cerámica ibérica, aparece citado por primera vez en el
artículo de Obermaier y Heiss, «Cerámica
Ibérica de lujo del tipo Elche-Archena». Esta denominación utilizada para las
escenas que decoran algunos grandes vasos de Archena y
de La Alcudia (Elche) fue acuñada en 1929 y
se siguió utilizando e incluso hoy se utiliza sin que desde
entonces se haya realizado un estudio en profundidad, ni
elaborado un «corpus» de los vasos que pertenecerían a esta denominación
.
A. Ramos Folqués, excavador de La
Alcudia de Elche, yacimienlO que ha dado uno de los mayores conjuntos
de cerámica decorada de este estilo. optará por denominarla cerámica
«Ibero-Púnica». Este nombre, que sigue
siendo empleado por R. Ramos Fernández, se basa en la presencia cartaginesa en
estas tierras a raíz de las campañas de Amílcar Barka y
su yerno Asdrúbal según interpretación de un texto de
Diodoro de Sicilia, viendo en algunos elementos de la decoración, como diosas
aladas, serpientes, ojos y otros, una clara influencia púni·ca. Teoría que en
la actualidad es controvertida. S. Nordstr6m , en su estudio sobre la cerámica
ibérica pintada de la provincia de Alicante, denominó al estilo Elche·Archena
como Es! lo Ideal, en
base a que sus representaciones no responden a animales o personas reales, sino
que hay una idealización muy notoria, dando lugar a seres que no encontramos en
la naturaleza, como el «ave ideab> o el «carnicero». No obstante, Nordstrom
utiliza ambas denominaciones con idéntico significado en su trabajo. El hecho
de no estudiar los yacimientos murcianos limita sus conclusiones en este aspeclQ.
M. Tarradell, en su «Arte ¡bériCO », utilizará el término «Esrilo
Simbólico)} aplicado a la pintura de Elche-Archena como contraposición al «Estilo
Narrativo» de OlivaLiria.
Esta denominación
seguida por C. Aranegui, tiende a
identificar al Elche Archena con un mundo de representaciones idea les y
fantásticas, cuyo significado es simbólico,
rechazando al mismo
tiempo (Oda influencia del mundo cartaginés tanto en las formas cerámicas como
en los motivos decorativos. Blanco Freijeiro, en la «Historia del Arte
HispánicO), utilizará el término Elche-Archena para denominar este
estilo decorativo, dando al mismo tiempo los elementos que lo identifican, como
el «Ave y el Carnicero», así como haciendo notar el horror al vacío, que hace
que los pintores construyan escenas abigarradas con profusión de elementos
decorativos.
García y BelJido, en
su «Arte Ibérico en España», habla genéricameme de la cerámica del Sudeste, citando
los alfares más importantes, pero sin darle ninguna denominación a este tipo de
decoración y describe someramente algunos de los motivos pictóricos que los
caracterizan. E. L1obregat, en «Contestania Ibérica), vuelve a utilizar el
tradicional Elche-Archena como
denominación para es tas decoraciones sobre cerámica haciendo un estudio sobre los
motivos definidores de dicho estilo y, por
primera vez, constatando algunos hechos interesantes como la similitud entre
los motivos que rellenan las composiciones del Elche-Archena con los que
cumplen idéntica función en el Oliva-Liria, así como la posible existencia de
diversos talleres o maestros, que plasmarían su sello personal en algunas
pinturas al utilizar preferentemente unos u otros motivos zoomorfos en sus
composiciones, como el maestro de «Las aves y las liebres».
Podemos concluir con
lo expuesto anteriormente, que la terminología empleada hasta hoy para
denominar este estilo ha obedecido a dos motivos fundamentales. El nombre Elche-Archena,
el más antiguo, pretende dar una denominación basada en los dos centros de
producción más importantes, hasta el momento, tanto
en cantidad como en calidad de sus obras y que además son los mejor conocidos,
sobre todo el de Elche. Las
denominaciones de Estilo ideal o Estilo simbólico, que se
acuñaron con posterioridad, responden a un intento de interpretación del
significado de dichas pinturas, lo cual hasta hoy es muy problemático ya que
desconocemos el pensamiento religioso del mundo ibérico.
Por tanto preferimos
utilizar el término Elche-Archena ya que tiene
un valor geográfico,
y, una vez definido en base a sus caracte- rísticas fundamentales, podremos
incluir en él todo vaso decorado con motivos idénticos o semejantes.