Maluquer y Almagro Gorbea entienden
por “Cultura Ibérica” a la que se desarrolló en la zona más abierta al
Mediterráneo y que va desde el valle del Guadalquivir hasta el Languedoc
francés, y que tuvo su auge durante la Segunda Edad del Hierro. Queda fuera el
resto de la Península Ibérica, donde se desarrollarían otras culturas como la
"castreña" (para la cronología ver el cuadro de Aubet en el anexo de
Tartessos).
El mundo ibérico tendrá elementos comunes, pero
también matices y diferencias regionales, a veces muy marcadas, conocidas por
las fuentes y por la arqueología, y su conocimiento se remonta al siglo XIX, en
especial con el descubrimiento de las esculturas del Cerro de los Santos en
1830, que produjeron gran asombro, ya que no se conocía la existencia de ese
tipo de esculturas en la Península Ibérica, y no se sabían ubicar, tampoco se
sabía qué significaban lo que hizo que Amador de los Ríos, al estudiarlas, les
diese una cronología de época visigótica. Algo similar ocurrió con las
cerámicas ibéricas que se compararon con las micénicas y se les dio la misma
antigüedad. El hallazgo provocó un gran movimiento y aparecen las primeras
falsificaciones.
Tiene unas bases preclásicas 2ª edad del Hierro,
pero faltan estratigrafías en el sudeste. La época mejor conocida es la de
apogeo (ss. V y IV), y no se conocen sus inicios, Hay rasgos comunes, pero
tambien los hay diferenciadores como se indica mas arriba; la arqueología del
sudeste no es igual que la de la zona norte, por su parte, en Andalucía
occidental no hay necrópolis y en la oriental, estas son monumentales.
El mundo ibérico debe mucho a la influencia
griega , pero también a la etrusca y a la siria, pero la formación del mundo
ibérico es el resultado de dos factores: