En cuanto a su distribución territorial, hay que
destacar, en primer lugar, su disposición de manera equilibrada
sobre el espacio comarcal, sin entrar en competencia entre ellos
por los recursos del entmo, dejando amplios sedores desiertos
entre las zonas habitadas. Los nichos en los que se establecen estos
asentarnientos son los mismos que se habitaban en periodos
anteriores por lo que parece que se mantiene la ocupación en cada
una de las unidades del paisaje siguiendo, en cierto modo, la
distribución comarcal anterior y reforzándose en algunos
puntos. Como ocurría en las
fases anteriores, de nuevo la característica principal de la
relación asentamientos-medio es su ubicación jalonando las
principales vías de comunicación natural que, con mayor o menor importancia,
comunican con las comarcas vecinas, en un intento de mantener un
control estricto de la circulación a través del
territorio. En cuanto a las posibilidades de explotación de los
ecosistemas, encontramos un panorama variado; algunos poblados
disponen de terrenos de cultivo, cursos de agua y espacios de
monte sobre los que desarrollar actividades agropecuarias de
cierta intensidad; en otros casos la morfología quebrada del paisaje impide el desarrollo de una agricultura
de importancia. Esta diversidad nos permite suponer un modelo
económico variado, pero teniendo en cuenta que todas las labores
de explotación del entorno se ven obstaculizadas por la dificultad
de acceder a los campos desde los elevados y escarpados lugares de hábitat. Esta circunstancia nos
indica que un destacado componente defensivo y estratégico esta
primando en la elección de este patrón de asentamiento sobre las
posibilidades económicas.
No los hubo, por tanto, solo vamos a
mencionar algunos de los enclaves de menos importancia en los que se han
encontrado cerámica ibérica pintada (fragmentos) y algunas ánforas de carácter
fenicio.
Se han encontrado algunos
fragmentos de cerámicas ibéricas comunes, pintadas, gris y de
cocina, muy escasos en número.
No
obstante, los materiales reproducidos se pueden adscribir perfectamente a
momentos tardíos, sobre todo algunos fragmentos decorados
con motivos de tipo vegetal, a base de un tallo
tenninado en flor, otros de tipo
figurado zoomorfo, un fragmento de pez y otro más dudoso
con un pájaro