INSTRUMENTOS AGRÍCOLAS
En el primer milenio a.C. se introdujeron en
Occidente varios instrumentos agrícolas.
Varrón (R.R. 1.52.1) menciona como máquina de
trillar el plostellum punicum, introducido por los cartagineses como su
propio nombre indica. Es una máquina con ruedas.
Las rejas de arado celtibéricas son de tipo
tardío. En Langa de Duero los instrumentos de labranza son de tipo galo, de La
Tène III. Las rejas de arado de Izana y de otros lugares son de tipo diferente
a las de los galos y romanos (Caro Baroja
1946,169, n.° 84). En un vaso de Liria se
representa un arado dentado y esteva vertical (Olmos y otros 1992), En un vaso
de Aldovesa (Olmos y otros 1992,135) se representó un hombre detrás de un
arado.
El arado
romano se representa en monedas de Obulco de comienzos del siglo II a.C.
LAS HABAS
Las habas en la Península Ibérica están citadas
por Plinio, que sigue a Varrón.
Éste
estuvo muchos años en Hispania durante la Guerra Sertoriana, y luego durante la
Guerra Civil entre César y Pompeyo (Plin. 18.306). Escribe el naturalista que
las habas y las legumbres metidas en tinajas llenas de aceite y cubiertas de
paja se conservaban durante largo tiempo.
SÉSAMO (Sesamus indicum L.)
Fue introducido desde Egipto poco antes de la
época de Plinio, según nos informa este autor latino (15.7.25). Es un árbol
oleaginoso llamado cici, crotón o sibi, y sésamo silvestre.
Según el naturalista, crece muy deprisa; su altura es semejante a la del
olivo,
su tronco es como una caña, sus hojas como la de
la vid, y sus frutos parecen uvas pequeñas
y pálidas. Los romanos le llamaban ricino por el
parecido de las semillas.
Éstas se cocían en agua, destilando el aceite, que en razón de su mayor
densidad quedaba flotando sobre la misma, y. así se recogía.
GARBANZO (Cicer
arietinum L.)
En la Torre de Doña Blanca han aparecido
garbanzos que, al igual que el vino, el aceite y la púrpura, introdujeron los
fenicios o quizás los púnicos en Occidente. Fue cultivado desde muy antiguo, al
menos desde época homérica. Se conocen diversas variedades
hortícolas (Columela, 9.1.8; 2.10.20; Petronio
35.3; Plinio 18.124).
PALMERA (Phoenix dactylifera)
Plinio (13.28) cita la palmera datilera en
Hispania. Afirma que sus dátiles no eran tan dulces con los de África.
Su
nombre indica bien a las claras su procedencia: fue introducida por los
cartagineses africanos.
La
palmera es un árbol muy representado en las monedas cartaginesas acuñadas en
Hispania
En
un fragmento de vaso ibérico hallado en Zama se pintó un león a la sombra de
una palmera datilera (Caro Baroja 1946, 181).
CERVEZA
Plinio (14.149; 18.69) menciona la cerveza,
obtenida de la cebada, como bebida típica de Hispania y de la Galia, Debe ser
una bebida introducida por los pueblos indoeuropeos, como lo indica su consumo
también en Galia.
Una de las veces puntualiza que se obtiene del trigo. Estrabón (3.37)
menciona la cerveza como bebida típica de todos los pueblos montañeses del
norte de la Península Ibérica.
Los numantinos, durante el cerco, consumían celia,
bebida que según Floro (1.34.11) se hacía de trigo, y según Orosio (5.7) se
obtenía tras calentar el grano.
La cebada era no sólo bebida de los numantinos y de los pueblos del
norte.
Una tradición cuenta (Athen. 16c) que un reyezuelo turdetano, émulo de
la molicie de los feacios, hizo colocar en medio de la habitación más lujosa de
su palacio cráteras de oro y de plata llenas de una bebida alcohólica hecha con
cebada.
PISTACHO
El caballero romano Flaco Pompeyo, en tiempos de
Vitelio, introdujo el pistacho en Hispania, al decir de Plinio (15.24.91).
GRANADA (Púnica granatum)
La granada es una fruta de procedencia africana
introducida seguramente por los cartagineses. En un vaso de Liria hay
representados dos hombres cogiendo granadas de un árbol (Olmos y otros 1992,
133-134).
Parece que está vinculado con la esfera de lo divino, y tiene carácter
funerario (Blázquez 1977, 69-98; Muthmann 1982).
Tres
granadas de terracota se depositaron en una tumba de la necrópolis ibérica
de La Bobadilla en Jaén (Maluquer y
Aubet 1981, 20-23 y 31, fig. 15), fechada en el siglo VI a.C. Su nombre latino,
punica granatum y malum punicum, indica su procedencia de
Cartago, a donde la llevaron los fenicios. Granadas adornan una vasija de
bronce, apoyada en tres pies, de Ugarit .
Figuras de granadas cuelgan también de una placa de Rodas, con la Señora
de los animales, fechada hacia el año 650 a.C.
En
Italia no hay evidencia de su cultivo antes de los testimonios de Columela y de
Plinio (13.112).
CEREZA
L. Lúculo trajo el árbol de la cereza del Ponto,
donde había participado en la guerra Mitridática hacia el año 70 a.C. Fueron
famosas las cerezas de Lusitania (Plin. 15.103). En 100 años se propagó por
todo el Occidente hasta Britannia.
ALCACHOFA
Hasta hace poco se había pensado que la alcachofa no la conocieron los
romanos y que se mencionó por primera vez en Italia en el año 1466. Sin
embargo, el naturalista Plinio (19.152) afirma: «Es verdad que la alcachofa de
Carthago la Grande, y sobre todo la de Corduba, produce seis mil sestercios».
En efecto, el término alcachofa está correctamente traducido de los términos
latinos cardui y sfondili (a los que Apicio,
De re coquinaria 3.19.1-3
y 3.20.1-7 dedica algunas recetas). La alcachofa de los romanos era una
variante de la actual cynara cardunculus, pero de forma prácticamente
similar, pues son varias las representaciones musivarias de dicha planta. Es
claramente identificable en un mosaico de Ramaçal (Lusitania), y en otros
varios de África, donde están claramente dibujadas las plantas, con el bulbo
carnoso, las hojas puntiagudas, las brácteas recortadas, etc.
La mayor parte de los alimentos mencionados hay
seguridad de que penetraron en Occidente durante el primer milenio a.C. De
otros, hay dudas y reservas ya apuntadas.
El vino y el aceite se difundieron hace 3000
años por el Occidente, utilizándose para la alimentación y también en
ceremonias religiosas. Evidentemente todos estos productos se utilizan todavía
en el consumo humano.
Entre las actividades económicas del poblado estarían la
producción agrícola, la explotación de pastos, la caza, la recolección de
huevos, la pesca, la explotación de las salinas, la preparación de salmueras y,
posiblemente, la explotación minera. Se trataría de un modelo económico
autosuficiente, enriquecido con transacciones comerciales como parece demostrar
la presencia de ánforas locales e importadas así como algunos productos
exóticos. Recientemente se han identificado materiales procedentes del Oral en
las excavaciones del Grau Vell (Arse-Sagunto), que confirma el comercio entre
ambos asentamientos.
LA GANADERIA
Junto a la agricultura aparece la ganadería, abundando
toda clase de ganado: toros, ovejas, bueyes, asnos, y sobretodo los caballos
eran abundantisimos. La caza se utilizaba también para atender a las
necesidades de la población. Los
rebaños de ovejas y cabras eran fundamentales para el aprovisionamiento de
carne y leche, pero también para la obtención de pieles y lana. Del cerdo se
aprovechaba la carne, mientras que el buey era, sobre todo, un animal de tiro y
el caballo un animal noble para la monta. la vid, el
LA MIEL