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domingo, 6 de mayo de 2012

Descubierta en Játiva una casa del siglo IV a.C.


 El 16 de Julio del 2009 un equipo de arqueólogos valencianos pertenecientes a diversas instituciones ha desenterrado en el yacimiento de la Solana, en Játiva, los restos de una vivienda de la Saitabi Ibérica cuyo origen se remonta al siglo IV antes de Cristo.
El departamento excavado, una habitación perteneciente a la época ibérica.
 Dicho departamento posee un hogar central con un apoyo de piedra circular, que según los arqueólogos, podría tratarse de un molino, informan fuentes de la Universidad de Valencia.
Durante esta campaña, en la que participan estudiantes de esta Universidad, se está tratando de sacar a la luz las estructuras ibéricas que conformarían la casa.
A la derecha de esta habitación se ha encontrado un departamento más con otro pavimento de tierra batida.
El profesor Pérez Ballester ha explicado que ésta es la primera vivienda de la Saitabi Ibérica, la antigua capital de la Contestania, en la época de Arse (Sagunto) y Edeta (Liria), denominada y comentada en las fuentes latinas cuando se habla de Játiva.
Además, "en otras campañas, se han encontrado vestigios de épocas anteriores, que hablan de la continuidad de esta ciudad, al menos desde el siglo X a.C. al IX a.C".
De las informaciones encontradas destaca la presencia de contactos con gente de ultramar, en este caso fenicios, de los que se han encontrado numerosas restos de ánforas o vasos pintados.
Los equipos que han participado en los trabajos están integrados por el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología José Pérez Ballester; el arqueólogo municipal de Játiva, Ángel Velasco; y la arqueóloga Reyes Borredá, todos tres directores de las excavaciones, además de un grupo de doce alumnos de la Universidad de Valencia.
El trabajo posterior de todo el material encontrado se realizará en los laboratorios de la Universidad de Valencia durante el año lectivo.
En este sentido, el profesor Pérez Ballester ha explicado que el material recuperado se deposita temporalmente en el Laboratorio del Departamento de Prehistoria y Arqueología para su limpieza, inventario, clasificación y estudio.
"Consiste principalmente en cerámicas, pero también hay restos de fauna, conchas, maderas carbonizadas, que son rebuscadas por especialistas de nuestro departamento y aportan informaciones preciosas sobre las formas de vida y el paleopaisaje".
Proyecto de más de diez años
Esta excavación forma parte de un proyecto de estudio del poblamiento ibérico de La Costera, en el cual se lleva trabajando más de diez años, y que ha generado numerosas publicaciones y comunicaciones en congresos, trabajos de investigación y tesis doctorales.
"La partida de Solana se encuentra en la vertiente sur del Castillo de Játiva, dónde se han conservado razonablemente bien restos de la antigua Játiva, al contrario de lo que ocurre en la vertiente norte, hoy ocupada por la ciudad moderna", ha indicado el profesor de la Universidad.
La campaña, que ya es la tercera, empezó el 29 de junio y acabará el próximo viernes.
La excavación cuenta con una subvención de 12.000 euros de la Dirección general de Patrimonio Histórico, y de 4.000 euros del Ayuntamiento de Játiva.

martes, 6 de diciembre de 2011

LAS AVES EN LA VIDA MATERIAL IBERICA

Entre los íberos los diferentes grupos de aves se ubican dentro de determinados aspectos relacionados con origen de la humanidad, organización social y política, poder y territorio o ciclos agrícolas y economía en general. No cabe hacer paralelos directos entre la ubicación de cada ave entre los íberos y las representaciones prerromanas.

Los seres humanos han sentido siempre fascinación por las grandes aves, por su comportamiento, por la capacidad que tienen algunas de imitar sonidos, por su organización, la agudeza de su visión, pero sobre todo, por la majestuosidad de su vuelo.
Las figuras en forma de ave debieron representar códigos similares para todas aquellas sociedades que las usaron. Con el paso del tiempo cada grupo humano le imprimió un carácter particular a las representaciones de esta imagen.
Acerca de las representaciones ornitológicas de las águilas, es muy notorio que a pesar de la enorme variedad de especies que aún hoy día subsisten, sólo unas pocas fueron representadas en el material cultural de la región ibérica.
Desde épocas primitivas, las aves han maravillado al hombre. Su mágico vuelo, colorido plumaje y melodiosos cantos, han inspirado mitos inmortales y universales, creados por civilizaciones de todos los rincones del mundo. Gracias al vuelo, las aves han simbolizado las relaciones entre el cielo y la tierra, entre Dios y el Hombre, siendo consideradas como deidades con capacidades curativas. Además, simbolizan los estados espirituales, los ángeles y los estados superiores del ser; y su canto es considerado como el lenguaje de los dioses.
Los Etruscos, pueblo prelatino famoso por sus excelentes curadores, utilizaba con profusión las plantas y los pájaros, pues veía en estas criaturas el porvenir y apelaban a su influencia con los dioses. Las aves, como los peces y las serpientes y quizá como todos los seres y especialmente el alma humana, son entes bipolares.
Lo primero que llama la atención del ave es su forma de caminar, con el culo parado. Ponen huevos. Por ello desde la prehistoria se representa a la Madre como un Ave. Pero el cuello y la cabeza del ave son decididamente masculinos, fálicos, con un pico duro. De modo que por un lado son femeninas, por el otro masculinos, pueden entonces representar a la pareja gestadora Padre-Madre.
 Teniendo en cuenta todo lo mencionado, podríamos decir a grandes rasgos, que para los fenicios el ave madre o el ave principal era el avestruz, siendo así, por la cantidad de huevos de avestruz encontrados en las diferentes necrópolis de la Contestanía (La Fonteta en Guardamar y Les Casetes en Villajoyosa) y de toda la Península tal como lo demuestran los diferente hallazgos en los distintos yacimientos fenicios o de procedencia fenicia  encontrados con carácter orientalizante.
El cisne de Leda es claramente masculino, con su cuello serpentino que indica el ritmo pitónico.
En cambio el ave de la Diosa, el Avestruz, como los gorriones, son femeninas. Indudablemente los gorriones poseen una gran magia erótica, basta verlos copular incansablemente. Por ello son plato afrodisíaco. También las oinas, palomas de pecho rojo como el vino.
Los gallos son decididamente masculinos, tanto por su impulso amatorio, como por su impulso de matar. Un gallo es como un vistoso soldado listo para la guerra. En todas las aves la vistosidad y el canto pertenecen al macho y están orientados a la procreación y a la muerte.
La gallina es decididamente femenina por su capacidad de transformación, trasforma los huevos en pollitos y estos en aves adultas.
El ave de 2 cabezas (águila, buitre, gallo) se asocia a la idea de magestad, de dominio. Ya los caldeos, los hititas, la asociaban con la magestad, con el dios Iano que domina desde la Montaña de 2 vertientes, la montaña de los antepasados.



Las excavaciones que se han practicado en la Contestanía y en otros lugares de la Península nos ofrecen constantemente nuevas facetas de la cultura ibérica.
Cuando vemos una pieza de cerámica dibujada nos sugiere la idea de algún simbolismo, que en este caso serían las aves de algunos de los vasos de la Contestania o alguno que otro encontrados en diversos lugares de la geografía ibérica.
En varios yacimientos de dicho territorio aparecen vasos con decoración pintada del estilo figurativo Elche archena, donde se ven claramente dibujados estos animales.
También son dignos de hacer mención a  todas las aves pintadas en los vasos de Azaila, en los que aparecen en gran número, en cada uno de ellos.
Se trata de vasos representantes del periodo Peno ibérico o clásico correspondientes  al siglo IV y III a C.
Cabe destacar la importancia que tuvieron en época prerromana los calathos ibéricos pintados con decoración figurada, los cuales vamos a ver aquí en estas líneas.
  En cuanto a la cerámica pintada plasmada en  los vasos de Azaila, podemos ver, que hay varias clases de pájaros o aves representadas , tanto que se puede decir que quizá sean palomas o tórtolas, o tal vez sean grullas, según dichos hallazgos y el estilismo en que se producen.
Entre las aves se identifican búhos, buitres, gallos y palomas. Y dentro de este repertorio animal se incluyen también las serpientes. Los elementos decorativos propios de la cerámica ibérica de Azaila tuvieron una importante difusión en el conjunto del territorio dominado por la ciudad, como indican los materiales cerámicos de otros yacimientos próximos.
Son cerámicas hechas a torno, de pastas claras, decoradas con pintura de color rojo vinoso.
 En estos calathos de Azaila ya no aparecen grandes aves aladas, si no que aparecen aves de menor tamaño y esparcidas por toda la superficie del vaso.
La grulla se considera un buen augurio, mensajera del bien y portadora del amor materno y de la felicidad También proporciona poder, longevidad e inmortalidad, y simboliza la iluminación espiritual En algunas partes de Africa y Norteamérica, la grulla también se asocia con la sabiduría.
 En el calathos del arado de Alcorisa (Teruel) observamos diferentes clases de aves, quizá sea porque pudieran tener algún corral con muchas clases de pájaros ya fueran  de la familia de las gallináceas o palomas  o quizá los pintasen como una actividad cotidiana, es decir, plasmaban las actividades agrícolas diarias, en las que van arando y cosechando y las aves se van comiendo todos los residuos que les sobrasen, después de labrar los campos.
  En este vaso se pueden observar algunas aves de pico encorvado, que pueden corresponder perfectamente a aves de rapiña como puedan ser los cuervos, de los que posteriormente hablaremos. Es posible que en este vaso también quieran representar  tórtolas o palomas.
 He aquí un detalle de uno de los vasos de Azaila en el que podemos observar varias clases de aves, así, se  ve un pájaro con el pico encorvado que puede corresponder perfectamente a un cuervo o cualquier otra ave de rapiña, otro pájaro con el pico normal que pudiera ser una paloma o una tórtola y por fin vemos otra ave que se puede apreciar perfectamente que se trata de un buho. Debido a la gran cantidad de animales representados en estos vasos, se podría decir que estaban rodeados de una numerosa fauna, la cual la tendrían en libertad  o en cautiverio

El vaso celtibérico de Uxama es de cerámica y fue realizado a torno. Está decorado con un friso corrido, pintado sobre el engobe color crema que recubre la superficie. En el friso se representan, en color marrón, tres aves separadas por tres cajas cúbicas con representaciones de cabezas humanas en relieve y remates en forma de ala. Es un recipiente funerario del siglo I a.C.

Hay que considerar en la cerámica ibérica, las  aves pintadas de los vasos del Estilo Elche Archena así nos encontramos  varios  calathos en los distintos poblados  de la Contestanía con la representación principal es un ave alada, como lo demuestran un  calathos de Villajoyosa, otro de Archena,  una tinaja de la Alcudia  de Elche, al igual que un fragmento del Tossal de la Cala en Finestrat. En Badalona ( Barcelona) aparece también un fragmento de cerámica ibérica pintada con el ave alada.
Un vaso de similares características es el que nos aparece en la necrópolis orientalizante  del Corral de Saus en Mogente, el cual parece que estuviera hecho en serie respecto a los demás kalathos. Se trata de un vaso típico ibérico con un ave  pintada y con las alas abiertas o desplegadas.
Se trata de una estilización más o menos barroca de las pinturas de estos vasos correspondientes a los siglos IV y III a C como hemos indicado anteriormente.
Algunos autores llaman a este estilo compuesto por motivos florales y por motivos zoomorfos, el estilo simbólico.
Es de destacar el alto valor de los motivos vegetales que según nos dice  J.A.Santos Velasco que  estas representaciones no son de relleno si no que conforman el mundo simbóico de la divinidad femenina. Según Tortosa en 1998 las aves poseen un carácter religioso profundo.
 Según varios autores el estilo Elche –Archena queda desfasado, solamente tendríamos que mencionar el estilo Illici correspondiete a la Contestanía por no haber aparecido otros vasos semejantes fuera del territorio, excepto el fragmento de Badalona, separando las producciones de las de Archena, pero no es este nuestro caso en el que analizamos las aves de los distintos vasos, tanto de Illici, como Archena, Villajoyosa y Finestrat.
  Estos vasos  hallados en los diferentes yacimientos pertenecen al grupo de lo que llamamos representaciones  zoomorfas, en los que se encuentran  también otros tipos de animales en algunas ocasiones.
Está claro que podrían haber querido representar una paloma ya que este animal parece ser que era de carácter sagrado según varios hallazgos encontrados en diferentes lugares.
No representan algo que se les ocurriese, si no que hacen sus representaciones en plan estandart, sirviéndose de formas y motivos zoomorfos, vegetales y abstractos.
A. Tiemblo Marco nos dice que la diosa alada surge del mundo del más allá en un ademán de dominar las fieras, lo hace sin ningún tipo de esfuerzo, basta con una caricia o una rozadura para impulsar y dominar a la vez a los caballos en su epifanía conjunta: todo ello se manifiesta iconográficamente mediante la representación de un plácido rostro frontal, y el leve contacto de las manos de la diosa con los animales. Otra alusión a su carácter de “Señora de los Caballos” aparece en el mismo animal, es el correaje: el hecho de representar un animal con correaje manifiesta su domesticación o su dominio.
 F. García Hernández nos cataloga  las manifestaciones de  Tres formas:
a) De cuerpo entero, con las alas explayadas, semejando el momento de emprender el vuelo.
b) Prótomo de ave con las alas explayadas.
c) Alas pareadas.
a) Estas aves aparecen generalmente solas, como motivo decorativo principal, aunque a veces están en compañía de carniceros, caballos, conejos y peces. La más frecuente es la llamada por Nordstrom «ave idea, porque no responde a ninguna especie existente en España; presenta cuello y patas de águila y pico de grulla. El cuerpo aparece siempre de perfil o de tres cuartos; los ojos, generalmente en forma de CÍrculo reservado con un punto en el centro. En alguna ocasión pueden ser almendrados. Es el ave mas representativa del estilo.
b) El prótomo de ave está referido siempre al ave ideal. Aparece la parte superior del cuerpo y la cabeza; de la parte inferior del prótomo nacen dos alas explayadas. Aparece en muchos casos junto a aves completas.
c) El motivo de las alas pareadas respondería a una abstracción de las aves nombradas anteriormente y aparece con menos frecuencia.
Por otra parte, este motivo lo encontramos también en un vaso encontrado en Ampurias, procedente también del Sudeste.
     El motivo del ave que aparece en él pertenece sin duda a la zona del Sudeste, y más concretamente al taller de los pájaros de La Alcudia de Elche, yacimiento en el que está bien representado con idéntico tratamiento. No cabe duda de que una misma mano decora este vaso y otros que conocemos procedentes de La Alcudia de Elche.
Los fragmentos que estudiamos procedentes de Badalona (Barcelona), por fabricación, tipo de pasta, calidad pictórica, tratamiento decorativo y acabado de la pieza, pertenecen sin duda al grupo del Sudeste.
El hallazgo de estos vasos en una zona tan distante de su lugar de fabricación refleja la existencia de unas relaciones comerciales entre distintas áreas del mundo ibérico. En este punto cabe preguntarse si es un comercio movido por los íberos, o si por el contrario su promotor es el elemento foráneo.
La existencia de contactos comerciales entre diferentes zonas del mundo ibérico desde muy antiguo la tenemos comprobada en Ampurias, donde hay vasos procedentes de Andalucía, y que por estratigrafía pueden fecharse en el siglo v o IV a. C.u Probablemente en este caso juega un importante papel el elemento griego.
 
Con respecto al material de Badalona que estudiamos, creemos que hay que valorar adecuadamente la participación de otro tipo de influjo. La cronología de los típicos vasos decorados con aves de La Alcudia de Elche parece que puede colocarse entre finales del siglo III a. C. y mediados del siglo I a. C.14 De todos modos, sigue en vigor la discusión de este problema, ya que para algún autor el período que Ramos Folqués y Ramos Fernández denominan «ibérico II» o «ibérico-púnico»15 comenzaría dentro del siglo n a. C., llegando a la segunda mitad del siglo I a. C.

Sin entrar en el problema del contenido de estos vasos, podemos interrogarnos sobre su finalidad comercial. La decoración puede orientarnos a este respecto. En la primera fase, la decoración es rica, de bastante calidad y utiliza numerosos motivos combinados. Hay una preocupación por la vistosidad de la ornamentación. En cambio, en la segunda fase, los vasos se pintan con una cierta prisa, se cuida mucho menos la técnica y la calidad es inferior. Además, disminuye considerablemente la cantidad de motivos empleados y se tiende a emplear los más sencillos, sin el barroquismo anterior.
R. Montanya Maluquer nos dice que en la Península Ibérica, tras los sucesos de los años 154 al 133 a. C. (guerras celtibéricas), hay un largo período de paz y así es como un pintor de cerámica (el maestro de las águilas de La Alcudia de Elche) puede establecerse en La Alcudia y decorar vasos para abastecer el mercado, adquiriendo dichos vasos una tan amplia difusión.

Este autor plantea varias posibilidades como hipótesis:

1) Que sea una vajilla de lujo, comerciable por sí misma, independientemente de que en el momento de su exportación se utilice o no como envase para abaratar el transporte.
2) Que se trate de simples envases comerciales, utilizables posteriormente como vajilla.
En una segunda fase, podemos pensar que probablemente se trate de envases comerciales.
El mismo autor sostiene que este pintor que trabaja en La Alcudia no es más que uno de los diferentes decoradores de cerámica que estarían repartidos por toda el área ibérica en vías de romanización.
En cuanto al significado del ave en estos vasos, en los que estarían
depositados los restos óseos de un difunto tras su cremación, posiblemente represente a una diosa protectora de la vida y de la muerte, de la "renovación» y, por tanto, de la fecundidad que, con las alas desplegadas, protege al difunto mientras emerge de la tierra entre elementos vegetales y se eleva al cielo.
Otras veces esta diosa se muestra con apariencia humana mientras que otras se muestra como un pequeño pájaro emergiendo de una flor.
Ramos Folques cree que se tratara de una vajilla o mejor dicho, de un conjunto de piezas de cerámica pintada que, bien fueron decoradas formando serie para ser vendidas conjuntamente, o bien fueron hechas así por encargo del adquirente, o simplemente, productos de un taller que adoptó esta ornamentación.
Lurdes Prados Torreira dice que el  ave, símbolo de la divinidad femenina, sanciona con su presencia los ritos de paso.
La presencia de aves se documenta tanto en depósitos votivos y santuarios, como en necrópolis y “edificios singulares” en los poblados, donde posiblemente tengamos que ver aunadas las funciones de almacenamiento de excedentes, actividades artesanales, y en particular las de carácter textil dado su permanente asociación a elementos relacionados con los telares, junto a posibles rituales de diversa naturaleza.
P.Bosh Gimpera nos dice que las cerámicas de este estilo recuerdan mucho a las aves estilizadas de las mejores especies geométricas u orientalizantes antiguas griegas.
AI lado de la decoración de tipo geométrico hay que destacar la figuración zoomorfa. Se trata de las aves de largo pico, ojo circular y alas desplegadas que forman la imaginaria característica de las cerámicas Elche/Archena. Suelen asociarse a bandas, de las que surgen sus figuras y motivos vegetales, con los que a veces confunden sus rasgos. La cronología de estas cerámicas figuradas es en general  tardía, no anterior al siglo Ill a.C.. continuando al menos hasta el siglo I a. C. (Ramos Fernandez 1982).
El profesor Beltrán considera a este tipo de vasos como cerámicas destinadas a un uso ritual religioso y quizás funerario cuya relación con las mesas sepulcrales es indiscutible . Es tas mesas recibían ofrendas rituales dirigidas a una divinidad, la Gran Madre, protectora de las fuerzas vegetativas. Estas vasijas las considera procedentes del Mediterráneo Oriental, desde Persia, Siria, Troya, Chipre y Creta.
 En cuanto a las formas podemos decir que  la mayor parte de ellas son kalathos  o sombreros de copa de estilo ibérico, van seguidos  en cuanto al número, las tinajas o tinajillas y algún que otro oinochoe, tal como aparece en uno de la Alcudia.
El ave alada  era la imagen símbolo de una deidad femenina que en otras áreas del Mediterráneo recibió distintos nombres: Afrodita, Tanit, Demeter y Perséfone, pero en el caso de los iberos desconocemos cual sería.
La imagen de esta ave surge una y otra vez en contextos domésticos, religiosos y funerarios, en alusión a la divinidad femenina más extendida en ambientes de influjo púnico: Tanit, vinculada a la fertilidad.  Creemos que esta ave se puede tratar de una paloma ya que en el mundo ibérico esta ave tuvo un papel importante en Serreta (Alcoy, Alicante); como figuritas de bulto redondo en el mismo yacimiento y también en el Tossal de San Miguel (Líria, Valencia) y en El Cigarralejo (Mula, Murcia); junto a figuras femeninas o grupos de figuras en terracota en La Serreta y en la necrópolis de La Albufereta (Alicante).
Estas piezas corresponden a imitaciones de vasos realizados desde el siglo V a.C. en cerámica ática, etrusca y suditálica de Figuras Rojas y de Barniz Negro.
Si consideramos que el ave pintada en las cerámicas ibéricas es una paloma vemos que parece tener un papel de protección en el mundo funerario, pero se asocia a la diosa de la vida y la fertilidad. Los vasos con forma de paloma del mundo ibérico se distinguen a nivel formal de los ascos en sentido estricto por la presencia de otro orificio, además del de llenado, que es pequeño y se sitúa en el pico del ave.
En el Amarejo podemos observar dos vasos encontrados en forma de paloma, uno de ellos pintado con estampillas en forma de rosetas.
Tal vez los frecuentes vasos plásticos de terracota en forma de paloma, especialmente diseminados en el ámbito ibérico del sudeste peninsular, como el depósito votivo de El Amarejo o la necrópolis de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia), son contenedor y vehículo del perfumeambrosía de la diosa. Los animales amamantan y transmiten también el alimento a los humanos.
La paloma es un animal de carácter favorable, benigno, muchas veces aparecen recipientes en forma de esta ave que servían para contener líquido destinado a las libaciones.
La paloma era la imagen símbolo de una deidad femenina que en otras áreas del Mediterráneo recibió distintos nombres: Afrodita, Tanit, Demeter y Perséfone, pero en el caso de los iberos desconocemos cual sería. La imagen de esta ave surge una y otra vez en contextos domésticos, religiosos y funerarios, en alusión a la divinidad femenina más extendida en ambientes de influjo púnico: Tanit, vinculada a la fertilidad. En el mundo ibérico la paloma tuvo un papel importante en los rituales religiosos y funerarios, sobre todo en las zonas de la península ibérica de mayor influencia púnica. A partir del siglo III a.C., con la presencia de los cartagineses, las influencias púnicas se acrecentaron y tuvieron su proyección en el mundo de las ideas y creencias, en el imaginario ibérico, donde la iconografía de la paloma aparece en diversos soportes: como aplique en una tapadera cerámica de La Serreta (Alcoy, Alicante); como figuritas de bulto redondo en el mismo yacimiento y también en el Tossal de San Miguel (Líria, Valencia) y en El Cigarralejo   (Mula, Murcia); junto a figuras femeninas o grupos de figuras en terracota en La Serreta y en la necrópolis de La Albufereta (Alicante). Asimismo se encuentra en escultura funeraria, como el pichón que sostiene en su mano la entronizada dama de Baza (Galera, Granada); en timaterios de bronce como el de La Quéjola (San Pedro, Albacete); en exvotos, sobre todo femeninos; en joyas, y es especialmente abundante en la pintura vascular de la fachada mediterránea peninsular.
Con cabeza de paloma, en la necrópolis de Cabezo Lucero, aparece un vaso plástico pintado en rojo.
Emeterio Cuadrado nos dice, que parece que la paloma era un ave especialmente grata a la divinidad que pensaban que se alimentaba de su carne y que los indígenas realizaban como ofrenda se cree que a la diosa Proserpina (deidad romana) o Perséfone (deidad griega) y eran percibidas como una especie profética, relacionada siempre con la armonía espiritual y la salud con carácter protector y benéfico. Estas palomas cerámicas son en la mayoría de los casos «askos» ibéricos con un orificio para echar un líquido y otro para la salida de las libaciones que debían tener un carácter funerario dentro de un complejo ritual religioso.
Otra característica en cuanto a las palomas es lo que los arqueólogos, investigadores y científicos llaman  sirenas que viene bien caracterizadas que no son ni más ni menos palomas pero con cabeza de mujer. La mayoría de las veces vienen representadas en el mundo funerario, es decir, en esculturas de los diversos túmulos funerarios, faltándoles a ellas la cabeza sobre todo la mayoría de las veces en que aparecen. Aquí reproducimos una reconstrucción del pilar estela encontrado en la necrópolis orientalizante del Corral de Saus. En dichos enterramientos se han encontrado una serie de fragmentos de vasos plásticos como colas de aves o sirenas que recuerdan mucho a  la cola de la sirena encontrada en el Amarejo y están igualmente pintadas. En esta misma necrópolis aparecen dos sirenas de piedra y un vaso decorado con seres fantásticos de apariencia similar.
Ricardo Olmos Romera nos dice que cabría la posibilidad de que se que se trata de sirenas en vez de palomas.
Probablemente fueron los colonos griegos los que introdujeron esfinges y sirenas en Occidente, ya que son seres mitológicos bien conocidos por ellos.
En el mundo funerario el ave se dota de pechos, se convierte en sirena para amamantar a los hombres, a los que arropará con el velo de sus alas.No debe extrañarnos, pues, que la diosa estante de La Albufereta afronte, asocie al niño con la paloma en su diestra, fiel transmisora de la diosa. Una devoción muy antigua, oriental e ibérica, enlaza estas figuras con la tradición de las damas sedentes con palomas.
R. Olmos nos dice que  la paloma puede estar representada por una divinidad femenina, cuyo nombre no sabemos, y que es la protectora de la fecundidad, de los campos y la agricultura, del ganado y los animales, de la mujer , del crecimiento de los hijos en cuanto se les promete un viaje al más allá u quizá de un posible retorno.
La divinidad nutricia coincide, en parte, con otra imagen más extendida, la dea frugífera de los pebeteros cerámicos en los que pican aves; y también con las palomas plásticas, tal vez contenedores de perfumes en terracota asociados a la divinidad que nutre y fecunda. Los sentidos de todas estas imágenes se relacionan: pebeteros y diosas curótrofas cumplen funciones diferentes, complementarias, el ofrecer a los hombres el alimento de la leche y el don de los cereales.
 El águila
 Entendiendo que este ave fuese un águila vemos que está, relacionada en el panteón griego con el cielo y el sol, es acompañante también de las almas, y suele ser la antitesis de la serpiente, relacionada con la tierra, y con la luna (según la tradición griega, la serpiente tiene los mismos anillos que días tiene la luna), ambos, símbolos por ejemplo de Démeter. El aguila, a saber, "acompaña" a los varones con que, a pie, conduce de las riendas a un caballo en una conocidísima ánfora ibérica de tres asas de La Alcudia.
La significación del águila unida a elementos vegetales ha sido objeto de muchas interpretaciones. Leglay propuso que el ave podría ser una especie de elemento protector. Garcia y Bellido propuso igualmente que el sentido del águila era estrictamente religioso.
Tendríamos aquí, por un lado, dos mensajes en una misma escena: el primer mensaje será el típico de transito hacia el mas allá, en donde el águila, entre las piernas del varón y del caballo, "guía" a ambos; por otro, un mensaje, perfectamente compatible con la heroización del varón en el camino fúnebre, gracias a la compañía del caballo.
AI lado de la decoración de tipo geométrico hay que destacar la figuración zoomorfa.  Se trata de las aves de largo pico, ojo circular y alas desplegadas que forman la imaginaria característica de las cerámicas Elche/Archena. Suelen asociarse a bandas, de las que surgen sus figuras y motivos vegetales, con los que a veces confunden sus rasgos. La cronología de estas cerámicas figuradas es en general tardía, no anterior al siglo Ill a.C.. continuando al menos hasta el siglo I a. C. (Ramos Fernandez 1982).
La significación del águila unida a elementos vegetales ha sido objeto de muchas interpretaciones. Leglay propuso que el ave podría ser una especie de elemento protector. García y Bellido propuso igualmente que el sentido del águila era estrictamente religioso.
 En el vaso del Más allá de Villajoyosa  se plasma, a la manera ibérica, una narración del recorrido y elementos que necesitaría el alma del íbero para llegar a su descanso eterno. Resalta la presencia de la paloma como animal “psicopompo” (conductor de almas), a su vez imagen-símbolo de la divinidad ibérica y que al mismo tiempo podría representar al alma del difunto. La unión del mundo de los vivos y del mundo de los muertos estaría simbolizada por la escalera de siete peldaños, que da acceso al Más Allá, y que aparece mencionada en textos de diferentes religiones antiguas.
En este destino ultraterreno representado en el “Vaso del Umbral del Más Allá”, la exuberante vegetación crece en forma de vides y hiedras, plantas muy relacionadas con la vida eterna, que se expanden sin límite para recrear un ambiente paradisíaco. Junto a ellas emerge un árbol que podría simbolizar el motivo oriental del árbol de la vida o los bosques que se representan en el imaginario greco-itálico para figurar los Campos Elíseos o los bosques de Perséfone, o Proserpina en el panteón romano, que se citan en la Odisea. En esta región, similar al paraíso cristiano, está separada del Hades o Inframundo (similar al infierno cristiano), habitaban los mortales afortunados que podían gozar de una vida eterna feliz.
La aparición sistemática de la paloma y de las aves en general y los más diversos elementos vegetales en complicidad con estas diosas habla claramente a favor de una versión ibérica del prototipo divino Astarté/Afrodita y Proserpina/Perséfone.
 J. Carlos Fernández nos dice que a Endovelico, dios de la Medicina, cura a sus pacientes a través de sueños y oráculos en los templos- sanatorios donde se le rinde culto. Su nombre ha sido traducido como el NEGRO-NEGRO, dado su carácter infernal o como el MUY- BUENO. Se le representa por el jabalí, la paloma y la corona de laurel, aunque tampoco se menciona su nobre. También  viene representado con una rama de pino y flanqueada por genios alados, uno de ellos con antorcha.
Tras todo lo expuesto es posible que los íberos adorasen a Dwayna, aunque como hemos dicho anteriormente, no hacían mención de su nombre,  que es la diosa de la curación, del aire, y de la vida, a menudo representada como una mujer joven, alta y delgada levantada del suelo por unas enormes alas con plumas. Ella es la líder de los Seis Dioses Humanos y sus escrituras tienen las fechas más antiguas de ellos. Sus más fieles devotos suelen ser los curanderos, y ayudar tanto a ricos como a pobres por igual.
El cuervo
Las aves representadas en toda la iconografía ibérica, incluso  se podría decir que fueran cuervos ya que según antiguas creencias  son los encargados de conducir el alma de los muertos hacia el otro reino, es decir, hacia  el Más Allá, utilizándose para ayudar a crear un ambiente misterioso.
El cuervo, de plumaje negro y brillante, es uno de los mayores paseriformes, es decir, uno de los mayores “pajarillos”. Su fuerte pico se corresponde con su voraz alimentación omnívora, dentro de la cual se encuentran la carroña y, en mucha menor medida, las pequeñas presas.
Entre los pueblos de la antigua Iberia existía la creencia, transmitida por autores como Eliano y Silio Itálico, y documentada también por la decoración pintada de algunas cerámicas numantinas, de que las almas de los que habían muerto durante las batallas ascendían a los cielos si sus cuerpos eran devorados por las aves carroñeras. Esta misión religiosa se encomendaba principalmente a los buitres, pero en ella participarían también los cuervos. Un dios céltico de la luz, Lugh, pudo haber tenido cierta relación con el cuervo, pues el vocablo galo “lugos” parece que designaba a dicho animal.
El cuervo en la tradición celta simbolizaba la batalla y la muerte. La Diosa Morrigu, "Reina de los Fantasmas" y Señora de la Guerra y la Fertilidad del Clan (es una Diosa con una fuerte connotación sexual), se transformaba a menudo en cuervo o corneja, profetizando la muerte en el campo de batalla y posándose en el hombro de los que agonizaban. El cuervo simboliza también los cambios que acontecen en nuestra vida, los cuales pueden ser positivos o negativos, pero que nos ayudan a crecer.
El cuervo nos habla de guerras y dificultades que hemos de superar, y de las que obtendremos crecimiento interno y espiritual. Pero el cuervo es también aquel que trae mensajes de los Dioses y del Otro Mundo.
Aunque el cuervo muchas veces se considere un mal augurio y un signo de guerra, de enfermedad o de muerte, en China Japón y Persia es un mensajero de los dioses y un símbolo del sol. En la leyenda nórdica, el dios Odín siempre está acompañado por dos cuervos. De acuerdo con la mitología de los nativos norteamericanos, la lierra fue creada por un cuervo que arrojaba guijarros para formar las islas en el mar.
Se puede señalar la existencia de cierta contraposición entre los simbolismos de la paloma y el cuervo, pues la imagen dulce de la paloma contrasta con el aspecto huraño del cuervo, el cual prospera con los cadáveres que dejan sobre el campo las guerras.
Es posible que los vasos  pintados y hallados con representación de algún ave que no fuese la paloma, pudieran corresponder a las tumbas de guerreros, ya que la mayoría de esta aves simbolizan el “espíritu de la guerra”, porque como hemos dicho hay aves, tales como los gallos que simbolizan a los soldados o guerreros.
Existe la creencia de que después de la muerte el alma abandona el cuerpo en forma de pájaro y, en consecuencia, el ave es un símbolo del espíritu. Los pájaros pueden ser mediadores entre los dioses y los hombres y actúan como mensajeros de la divinidad. En muchas religiones se habla de seres celestiales o espíritus alados: los ángeles, querubines y seralines. Las aves se pueden observar en el Árbol de la Vida, y a veces se representan luchando con una serpiente o llevándosela, para simbolizar el difícil equilibrio entre el sol (pájaro) y el agua (serpiente). En el arte cristiano, esta imagen simboliza la lucha entre el bien y el mal.
Aquí vemos algunas interpretaciones sobre cada una de las aves que  como se puede observar en los vasos hallados en los diferentes yacimientos teniendo cada una un significado diferente.
Como curiosidad, añadir que los cuervos siempre fueron unidos a lo sobrenatural no sólo por su color y sus hábitos carroñeros, sino también por su inteligencia y su capacidad para imitar sonidos,  y a veces hasta palabras.

Gorrión

En el Antiguo Testamento el gorrión aparece como símbolo de soledad, mientras que en el Nuevo representa la bajeza y la insignificancia No obstante, también se asocia con la lujuria y la fertilidad, y en la mitología griega con Afrodita, la diosa del amor. En Japón, el gorrión es un símbolo tradicional de lealtad, tal vez debido a su naturaleza sociable.

Golondrina

La golondrina, que con la llegada del tiempo cálido inicia su vuelo de vuelta hacia el norte, simboliza la primavera, la renovación de la vida y la fertilidad. Ya que la golondrina permanece casi siempre en el aire, en algunos lugares de Africa se considera símbolo de la pureza, pues no llena sus plumas de tierra al caminar sobre el suelo.

Halcón

El halcón es un símbolo del sol y de las fuerzas masculinas de la naturaleza, y posee particular importancia en la mitología egipcia, donde fue consagrado a Ra. También representaba una forma popular del dios Horus, Al igual que el águila, el halcón, con su fuerza y su alto vuelo, simboliza la libertad del espíritu, lo que explica su popularidad como ave de caza en Europa. En China se le atribuyen los poderes curativos del sol y también el poder destructivo de la guerra.

Gallos y gallinas

Durante mucho tiempo los gallos y las gallinas se han empleado en los rituales. Antiguamente se creía en sus poderes como talismán y se empleaban para desviar el peligro. En algunas partes se sacrificaban gallos para derramar su sangre y devolver la fertilidad a la tierra.
La gallina se suele ver como un símbolo del cuidado materno y de la protección. En el cristianismo, la gallina con sus polluelos representa a Cristo y sus fieles.

Gansos, cisnes y patos

Los gansos son aves solares. Se asociaban con muchos dioses griegos y romanos y se empleaban como guardianes de los templos, por ello simbolizan la vigilancia y el amor. En el hinduismo, el ganso es la montura del dios Brahma, mientras que en China y Japón se relaciona con la luna de otoño y es mensajero de buenas noticias. Cuenta el mito griego que Zeus se convirtió en un cisne para seducir a la bella Leda. El cisne también se asocia con Venus o Afrodita: su carroza atraviesa el aire tirada por cisnes. Para los nativos de Norteamérica, el cisne es un símbolo de la confianza y la sumisión. Se dice que la canción del cisne moribundo es un mensaje de alegría, ya que se encuentra en el umbral del más allá.  En las leyendas de los indios norteamericanos, el pato actúa como mediador entre el cielo y el agua, y fue una de las criaturas que ayudaron a renovar la tierra después del Diluvio. De acuerdo con la tradición hebrea, el pato simboliza la inmortalidad, mientras que en China y Japón representa la satisfacción. la felicidad en el matrimonio y la fidelidad.
El cisne era el ave sagrada de Afrodita/Venus y el ave solar de Febo/Apolo y tiene una significación amorosa relaciinada con la historia de Zeus/Júpiter que se convirtió en cisne para seducir a Leda.

Cigüeña

En el antiguo Egipto y en Grecia existía la creencia de que las jóvenes cigüeñas trataban a sus mayores con mucha amabilidad, por lo que simbolizaban el deber filial. En Europa, la cigüeña se asocia con la primavera y con el nacimiento. La cigüeña es junto con el águila y el ibis la destructora de los reptiles, esas criaturas cuyo significado es siempre funesto: por lo tanto. todo lo que las aniquila tiene carácter benéfico y solar. Pero de las tres aves. solo el águila sigue siendo enteramente solar. ya que el ibis y la cigüeña consiguen el sustento en los pantanos o a la vera de los ríos en el elemento liquido el cual se relaciona con la creación, pues la vida se origina en las aguas. Por lo tanto la cigüeña. por su estrecha conexión con el embrión es portadora de nueva vida: en primavera. y es siempre un signo de buen augurio.

Pavo real

Este pájaro real, con su cola en forma de abanico, es un símbolo del sol, y su cola circular representa la bóveda del cielo cuyos «ojos» son las estrellas. En el budismo, sus numerosos ojos simbolizan su vigilancia, aunque se cree que sus plumas traen mala suerte ,en forma de algún mal de ojo. En la India, el pavo real es la montura de Karttikeya, dios de la guerra. El pavo real corteja a la hembra con tanto orgullo que se le considera sinónimo de la vanidad.

Urraca

La urraca es un ave de mal agüero en Occidente, donde sus graznidos anuncian problemas entre marido y mujer. En Oriente, se considera un mensajero de la alegría, y su grito anuncia la llegada de un huésped agradable. Dos urracas juntas simbolizan felicidad marital.
Al igual que el cuervo, la urraca,  también es capaz de articular sonidos y palabras

Buhos y Lechuzas

Estas aves nocturnas, tanto el buho como la lechuza eran aquellas que  guían las almas al Otro Mundo. La lechuza era un ave consagrada a Juno al igual que la lechuza, símbolo de la oscuridad y la muerte. Tipifican el poder profético y la sabiduría.

La Grulla

La grulla que es también un ave de las aguas. tiene un vasto simbolismo en Oriente. Es un ave de linaje solar. mensajera de los dioses. e intermediaria entre el cielo y la tierra. Conduce las almas al Paraíso y significa longevidad, vigilancia, prosperidad y autoridad. En la mitología céltica, es el ave sagrada del soberano del mundo subterráneo y anuncia guerra y muerte.

LOS VASOS DE AZAILA
Teniendo en cuenta el proceso orientalizante de todos los pueblos de la celtiberia, los vasos de Azaila se pueden interpretar de la siguiente manera, según los simbolismos de los pueblos orientales.
En uno aparecen palomas, las cuales nos expresan signos de benevolencia  y  una señal  hogareña de la persona incinerada. En otro  vaso se ven gallos que representan el carácter  de devolver a la tierra lo que es de ella, para la fertilidad y la procreación, Si aparece una lechuza o un buho significa que esta persona tenía  poder y sabiduría. Cuando aparece una grulla anuncia guerra y muerte, considerando  así, que este vaso en el que aparece dicha ave pudiera pertenecer a un guerrero.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

KELIN


Las excavaciones en Los Villares (Caudete de las Fuentes) se iniciaron en los años 1950-1960 y desde 1980 están dirigidas por Consuelo Mata, de la Universitat de València.

El yacimiento de Los Villares, identificado como la antigua ciudad ibérica de Kelin a partir de los estudios numismáticos, se encuentra en el término municipal de Caudete de las Fuentes (Valencia) y tiene una extensión aproximada de 10 hectáreas. Se sitúa cerca del nacimiento del río Madre, en una loma que se eleva 800 m.s.n.m., destacando sobre el llano circundante. El carácter estratégico de su ubicación viene marcado por su proximidad a dos vías de comunicación que permitían el contacto entre el litoral mediterráneo y la meseta interior, de Este a Oeste, y entre Aragón y la Alta Andalucía, de Norte a Sur.
La población que se instala, a principios del siglo VII  a.C., en el cerro de Los Villares tiene una cultura material característica de un Bronce Final avanzado que recibe de forma casi inmediata productos procedentes de la costa.
Hasta inicios del VI a.C. existe una secuencia ininterrumpida de fases constructivas y remodelaciones de los espacios habitados y de circulación que apenas se intuyeron en las publicaciones anteriores (Mata, 1991, 24; Mata et alii, 1999).
Las viviendas son alargadas, separadas en algunos casos por estrechos pasillos, sin apenas divisiones internas y con un hogar circular, plano o en cubeta. Las paredes son de adobe sobre un zócalo de dos hiladas de piedras pequeñas.
Las cerámicas están hechas a mano y algunas de ellas imitan piezas a torno; hay, también, escasos objetos de hierro que no siempre se pueden identificar por su estado de conservación; y un porcentaje reducido de cerámicas importadas como ánforas y tinajas fenicio-occidentales, trípodes y barniz rojo. La agricultura se basaba en los cereales junto a una tímida introducción de frutales (higuera y vid); los recursos cárnicos se obtienen de los ovicaprinos, seguidos de cerdos y bovinos, algo de caza y caballo; el antracoanálisis muestra unpaisaje de maquia o garriga junto a un bosque caducífoleo
Los olcades de Kelin se cree que eran de etnia o estirpe celta, pero con costumbres íberas ya fueran edetanas o contestanas, es decir, procedían de la cultura de la Tene asentados cerca de la Comunidad Valenciana. Así  vemos que eran fronterizos con la Edetanía o Contestanía. Son más bien lo que llamamos Celtíberos, ya que eran como hemos dicho pertenecían a las antiguas oleadas de pobladores llegados a la península que posteriormente adquirieron la cultura de los íberos.
Alcanzó su máximo esplendor en torno a los siglos IV-III a. C., llegando a convertirse en capital de un amplio territorio ibero que superaba los actuales límites administrativos de la comarca de Requena-Utiel. Como lugar central, Kelin estructuró su territorio mediante una red de asentamientos interdependientes con funciones diversas y complementarias, tanto defensivas como productivas.
El poblado tan sólo conserva posibles tramos de muralla o de muro perimetral en su lado oeste y todavía no ha sido localizada su necrópolis. Por otro lado, tal y como era práctica habitual entre los iberos, se han hallado algunos enterramientos infantiles en el interior de las casas, normalmente bajo pavimentos y/o muros.
Se conoce su existencia desde mitad del siglo XVIII, aunque no fue
hasta mediados del siglo XX cuando comenzaron las excavaciones arqueológicas. En él se han realizado, entre 1956 y 2002, 23 campañas centradas en una superficie de unos 1000 m2, en los que se ha podido constatar una dilatada cronología. La loma de Los Villares se ocupa ininterrumpidamente desde inicios de la Edad del Hierro (aproximadamente en el 680 a. C.) hasta época iberorromana (75 a. C.), ofreciendo una horquilla cronológica excepcional en el registro arqueológico valenciano.

Su larga ocupación permite ver la evolución de su estructuración interna y su arquitectura. En los niveles fundacionales del siglo VII a. C. se observa un urbanismo incipiente, con habitaciones rectangulares sin divisiones internas separadas por estrechos pasillos. En el Ibérico Pleno (siglo IV-III a. C.),
por contra, el poblado se caracteriza por presentar un urbanismo mucho más complejo, lo que se traduce en calles anchas que permiten el tránsito de carros. Éstas se entrecruzan formando un plano ortogonal con manzanas constituidas por grandes viviendas, de entre 80-100 m2. Su espacio interior aparece dividido en varias estancias, algunas de ellas con una funcionalidad específica. La habitación principal de las viviendas se dedica a múltiples labores (cocina, descanso, etc.), puesto que es donde se encuentra el hogar central, mientras que los departamentos más alejados de las puertas actúan como almacenes y/o despensas. Una de las viviendas ha sido interpretada como la casa de un rico comerciante, ya que cuenta con una bodega donde se han documentado más de 70 ánforas fragmentadas. En toda la casa hay un total de 98 recipientes grandes, entre ánforas y tinajas, lo que permitiría el almacenaje de unos 7.460 litros. Además, también cuenta con un pequeño taller de forja, así como otro tipo de bienes que denotan su elevado estatus (una pulsera de plata, cerámicas de importación, etc.).
La agricultura sigue teniendo como cultivos principales los cereales junto a algunas legumbres y una
consolidación progresiva de la vid; en la ganadería, destaca el descenso del bovino y de los caballos como aporte cárnico; y en cuanto al paisaje vegetal se observa un aumento de las especies de garriga, lo que significa una mayor antropización del territorio respecto a los siglos anteriores debido al aumento de los lugares habitados, que ejercen una mayor presión sobre la vegetación (madera, minería, nuevas zonas cultivadas y nuevos cultivos, aumento de la ganadería).
El hallazgo, en 1979, de una copa jonia sirvió para identificar y datar el primer lote cerámico indígena del siglo VI; en cambio, el espacio donde se encontraron apenas aportó información al estar muy incompleto. Estos materiales ya se han publicado con anterioridad por lo que no se van a tratar con detalle pero, por su interés, se recogen aquí algunas de las piezas a torno por ser las más significativas del siglo VI: dos tinajas pintadas, una de ellas con hombro carenado como las ánforas, un plato gris y una urna de orejetas también en gris.
Los materiales encontrados son, sobre todo, cerámicos, aunque también hay una varilla de hierro y un fragmento de molino barquiforme. Todas las cerámicas hechas a mano son toscas con escasa variedad tipológica; mientras que las torneadas son de clase A, gris y oxidante, entre las que hay ánforas, tinajas, platos y una mano de mortero, así como escasos fragmentos de ánforas fenicias.
Kelin acuña moneda propia durante un corto periodo de tiempo entre la segunda mitad del siglo II y comienzos del I a. C. Las monedas, ases y semis, son de bronce y formarían parte de una emisión muy limitada, destinada a usos locales y cotidianos.
La economía es básicamente agrícola. 
 
El cultivo del cereal (principalmente trigo desnudo y mijo) y la arboricultura (viña e higuera), proporcionan productos básicos para el consumo humano y otros destinados al ganado. El territorio inmediato de explotación de Kelin cuenta con un importante potencial pecuario (oveja, cabra, cerdo y bóvido), pues dispone de una amplia zona de pastos en la vega y en las dehesas, así como zonas forestales en La Atalaya y La Bicuerca. Los productos obtenidos no solo sirven para cubrir las necesidades básicas del enclave, sino que, al mismo tiempo, proporcionan excedentes destinados al intercambio. Fruto de estas relaciones comerciales, los habitantes de Kelin obtuvieron cerámicas procedentes de diferentes puntos del Mediterráneo (cerámicas fenicio-púnicas, áticas e itálicas), a lo que habría que sumar otro tipo de materiales, como el marfil o la pasta vítrea.
Asociados a cerámicas del siglo VI, hay dos hogares  formalmente distintos a los datados en el siglo VII que en Los Villares son siempre circulares.
Otro equipamiento de interés fue el hallazgo de un ánfora hincada en el suelo, cuyo contenido pudo ser el vino,
según el análisis de residuos hecho por Juan-Tresserras y Matamala (2004, 286). En cuanto a su contenido, el vino, pudo ser tanto importado como local puesto que el cultivo de la vid está ya consolidado, como demuestra el aumento de semillas de vitis vinifera en Kelin.
En el siglo V ya han desaparecido las importaciones fenicias y todavía no han llegado masivamente las púnicas y griegas, de ahí alguna de las dificultades existentes para aislar ajuares y niveles de esta  cronología.
 
Las aproximaciones al cómputo demográfico apuntan a que el poblado, durante esta fase, pudo contar con una población de entre 3.800 - 4.000 habitantes. La vida del mismo parece llegar a su fin de forma violenta en torno al 80-75 a. C., tal y como se deduce del estudio de las importaciones y la numismática. Se ha planteado la posibilidad de que Kelin tomara partido en la guerra civil que sufrió la República romana durante esos años.
El material recuperado es, ante todo, cerámica a torno de clase A –oxidante y reductora- y B, junto a un pequeño porcentaje de cerámica a mano; entre las importaciones hay un fragmento de cerámica ática y otro de ánfora fenicia; los objetos de hierro tienen una presencia mayor que en el siglo anterior.
Los asentamientos son de nueva planta y buscan nuevos emplazamientos, más cercanos a las tierras de cultivo.
Excepto dos de ellos, todos se sitúan en elevaciones más o menos destacadas y son de tamaño medio o pequeño
(< 4 ha). El único lugar parangonable a Kelin por tamaño, volumen y calidad de los materiales es Requena, pero dado el estado actual de la información no se puede decir mucho más al respecto. En consecuencia, se puede afirmar con rotundidad que el asentamiento mayor era Los Villares, donde los materiales y construcciones de esta cronología se han localizado en diversos puntos de su superficie (Mata, 1991, cuadro 1 y lám. I; Mata et alii, 2001 a, 83 y b, 319), manteniendo las dudas razonables sobre Requena.
Las ánforas fenicias llegan a casi todos estos lugares, pero en Los Villares, además, se encuentran tinajas, trípodes, barniz rojo, así como algunas imitaciones a mano y a torno; en Requena, hoy por hoy, falta el barniz rojo. Es decir, se aprecia una distribución selectiva de productos desde los centros mayores: Requena es el lugar más próximo a la vía de comunicación desde la costa, por lo que el control de la misma le permite conseguir productos variados; Los Villares es el destino principal de estos productos exóticos; los demás asentamientos, situados al Norte y al Oeste de Los Villares, reciben vino fenicio como forma de mantener fidelidades y asegurar una explotación adecuada de las nuevas tierras.
El gran salto poblacional se produce a lo largo del siglo VI contabilizándose 39 asentamientos de esta cronología.
La mayoría se ubican en el llano o sobre ligeras elevaciones y se configuran como lugares abiertos, con escasa
densidad de material. Esto ha llevado a interpretarlos como hábitats, con poca población, dedicados a actividades agrícolas que, en algún caso, pudieron tener carácter estacional.
Es, en este momento, cuando en Los Villares/ Kelin se producen las primeras transformaciones significativas
en la organización interna del asentamiento, cuando llegan las primeras cerámicas griegas y los objetos de hierro son más numerosos. En cuanto a la agricultura, el registro carpológico muestra una mayor presencia de semillas de vitis, lo que significa que el cultivo de la vid se va consolidando.
No es descabellado pensar que la fundación de nuevos asentamientos se dirigió desde Kelin con el fin de ocupar nuevas tierras para el cultivo, obtener recursos minerales y, con los lugares en alto, poner las primeras bases de control del territorio. Las manifestaciones religiosas de carácter
territorial quedan plasmadas en la frecuentación de la cueva del Puntal del Horno Ciego (Martí Bonafé, 1990).
Su destrucción podría ser consecuencia del correctivo que Roma aplicó a aquellas ciudades iberas que apoyaron al bando derrotado, el sertoriano.