EL POBLADO
El yacimiento ibérico del
Tío Pío se localiza en un pequeño cerro de mediana altura en las proximidades
de la localidad de Archena. Desde él se contempla una magnífica vista de todo
el valle del Segura,
razón por lo que sus antiguos pobladores lo eligieron para levantar sus casas
puesto que por este valle transitaba una de las más importantes vías de
comunicación en la Antigüedad.
· El poblado que se encuentra accesible en un cerro que
culmina en un pico rocoso, con una altura máxima de 225 metros sobre el nivel
del mar.
·
La necrópolis, conocida desde finales del siglo XVIII y
excavada a mediados del siglo pasado.
El yacimiento, a pesar de que el acceso es cómodo, no
está acondicionado para la visita, quedando ocultas sus estructuras por el
crecimiento de matorrales que las ocultan.
Generalmente los poblados ibéricos buscan la
protección de cerros elevados, con defensas naturales y en las proximidades de
vías de comunicación para asentarse; otro factor primordial a la hora de buscar
un emplazamiento era la proximidad a un curso natural de agua, necesidad
satisfecha por el río Segura,
que rodea las faldas del cerro sobre el que se ubica el hábitat ibérico.
Así, la mayor parte de los poblados ibéricos
conocidos en la Región (Coimbra del Barranco Ancho, Los
Molinicos, Cabecico del Tesoro ¿etc) presentan una serie de similitudes en
cuanto a la elección del emplazamiento; el poblado ibérico de Archena, conocido
comúnmente como Cabezo del Tío Pío, reúne estos condicionantes exigidos por una
época convulsa en la que, la necesidad de protección y el control de vías de
comunicación son cuestiones fundamentales para la supervivencia.
Las excavaciones realizadas en los años cuarenta del
siglo pasado sacaron a luz restos de viviendas de planta rectangular. Sus
muros, levantados en mampostería, son visibles en la actualidad. En algunos
casos, en el interior de las casas se encontró el ajuar doméstico, compuesto
por vajillas de mesas (tanto de fabricación local como importaciones griegas) y
recipientes contenedores (grandes ánforas, utilizadas para guardar vino,
cereales, aceite, frutos secos¿etc).Los habitantes del poblado se sirvieron de
la disposición del terreno para facilitar la construcción de viviendas. En
algunas zonas del yacimiento la roca aparece trabajada, perfectamente escuadrada,
para ayudar a levantar los muros de las viviendas.

EXCAVACIONES
En la vertiente Meridional se hallaron gran cantidad
de fragmentos cerámicos con decoración del estilo Elche-Archena; fragmentos de
boca, asas y costeras de ánforas romanas; fragmentos de cuchillo de metal; una
campanilla; una lucerna barnizada de negro; molinos circulares....En la zona de
la Meseta se encontró una fíbula, conteras de ánforas y fragmentos de cerámica.
Excavando a una profundidad de 1,15 metros aproximadamente en un ángulo del
departamento y bajo una gran losa, especialmente preparada, aparecieron restos
humanos. Los arqueólogos dieron la explicación de que pudiera tratarse de un
sacrificio fundacional, ya que de ser época posterior a las construcciones se
hubieran destrozado éstas forzosamente, y de ser anterior no creemos se edificara
sobre un esqueleto a sabiendas, puesto que la losa sirve directamente de
sustentáculo a la primera hilada del muro, que se tuvo que destrozar para sacar
parte de aquélla y de los restos óseos.
En la vertiente NE se descubrieron tres
departamentos, el primero de los cuales tenía un piso de grandes bloques de
adobe. En los tres apareció abundantísima cerámica ibérica con temas
geométricos, y un vaso casi entero de época romana. también un fragmento de
aplicación de hueso con orificios y círculos incisos.
La Necrópolis
Se localiza en la ladera
Sur y Sureste del Poblado. Ha sido objeto de numerosas expoliaciones desde el
siglo XIX aunque se conocía desde mucho antes. El archivo de la villa conserva
algunos documentos con referencias a descubrimientos de cerámica en la zona del
cabezo del Tio Pío. En uno de ellos se hace mención al descubrimiento de "pedazos
de barro romano… Algunas de estas que se han encontrado enteras se las ha
hallado llenas de cenizas mezcladas con costillas y pedazos de restos humanos…".
Si bien el que redactó el escrito se equivocó al fechar la cerámica, aporta un
importante testimonio de que ya, a finales del siglo XVIII, el Cabezo del Tío
Pío comenzaba a interesar.
La necrópolis se encuentra
en una zona escarpada, erosionada, que hasta hace unas décadas estuvo libre de
los abancalamientos hechos con fines agrícolas pero que en la actualidad se
encuentra llena de árboles frutales o ha sido desfondada lo que ha contribuido
al deterioro de un importante enclave arqueológico.
En el año
1944, J. San Valero y D. Fletcher realizaron una campaña arqueológica
centrada en el poblado y excavaron cinco tumbas en la necrópolis. Los
materiales exhumados acompañaron a otros conocidos ya desde antiguo y
que componen una de las colecciones arqueológicas de época ibérica más
importantes de la Región.
Todas las
sepulturas excavadas parecen pertenecer al siglo IV a.C aunque la cronología
del yacimiento se remonta al menos a la segunda mitad avanzada del siglo VI
a.C. y se prolonga hasta el siglo I a.C a tenor de los
hallazgos superficiales y de la excavación de 1955.
La
presencia de cerámica griega, muy variada y rica, es resultado
de la excelente ubicación del poblado junto al río Segura con grandes
posibilidades agrícolas, ganaderas y de apoyo a las vías de comunicación hacia
el interior a través de la vía fluvial. La presencia de estas cerámicas de
importación nos muestran no sólo un elemento de lujo y de prestigio del
propietario, sino un posible objeto por derechos de paso, manutención e impedimento
de los comerciantes que se dirigían hacia el interior.
Se excavaron cuatro
sepulturas, encontrándose cerámica importada: un skiphos, un ungüentario
"askos" en forma de ánade, del que no se tiene referencia hasta la
fecha en la península, una crátera helenística de barniz negro, y junto a ellos
dos platos helenísticos con palmeras estampadas. restos de cerámica indígena
formados de una gran urna ibérica, con asas verticales, con tema ornamental en
rojo muy vivo y pequeñas vasijas sin decoración.
En metal aparecieron restos de falcatas muy
estropeadas y una en mejores condiciones, cuyas medidas son las generales de
estas armas. Tienen la empuñadura muy estropeada por efectos de la cremación,
conservan el perfil de cabeza de pájaro y unos clavos con arandelas de cobre
para sujeción de las cachas, desaparecidas completamente. También aparecieron
varios soliferreum, no doblados como era costumbre sino fraccionados en trozos
proporcionales. Y pequeñas cosas como una espuela, restos de tijera y
laminillas de cobre, todo en mal estado por la corrosión.
Para concluir destacan los arqueólogos mencionados,
la existencia de un hecho evidente, y es que la vertiente meridional del Cabezo
del Tio Pío fue habitada en época romana, durante la cual se fabricaba cerámica
ibérica con los típicos temas florales y zoomorfos, conocida de antiguo en este
yacimiento; y que la excavación llevada a cabo en el sector NE, da la impresión
de ser una zona más antigua dentro del poblado, posiblemente extendida hacia la
zona meridional.
MATERIALES
Los restos arqueológicos
encontrados en el Cabezo del Tio Pío han permitido a los investigadores deducir
importantes aspectos en torno al modo de vida y subsistencia de los habitantes
de este poblado.
Así el hallazgo de un tipo de cerámica de origen
griego, un kylix (copia de pie alta con dos asas) de figuras negras, y de los
cuales sólo se ha localizado dos fragmentos en el Cabezo, documenta la
existencia de un comercio de productos de lujo al menos desde las últimas
décadas del siglo VI a. C , periodo en el que se fechan estos fragmentos.
Más numerosos son los fragmentos de cerámica griega
de figuras rojas. Esta producción de cerámica llegó abundantemente a las costas
de la península ibérica; era un producto muy demandando por las élites indígenas
que intentaron imitar el modo de vida griego asimilando sus costumbres y sus
tradiciones.
Son más de cien las piezas de las que se tiene
constancia que proceden de este yacimiento y que certifican la amplitud
cronológica durante la que se mantiene en uso la necrópolis del poblado
(últimos años del s.VI a.C hasta inicios del III a.C). Los tipos
encontrados cuentan con un gran número de paralelos a lo largo de la península
ibérica pero sobre todo en Ampurias. Seguramente a través de este puerto
la cerámica importada desde las ciudades griegas, llegaba a todos los poblados
del litoral mediterráneo mediante navegaciones de cabotaje, es decir, sin
perder nunca de vista la costa. En determinados punto de la costa, se harían
cargo de ella indígenas que las redistribuían hacia el interior.
En el caso del Tío Pío , el
centro redistribuidor estaría situado en la desembocadura del Rio Segura
(Guardamar) y sería a través de las vías naturales de comunicación que
discurrían junto al río, y que el poblado del Cabecico del Tesoro dominaba
desde su estratégico poblado, como esas cerámicas llegaron a sus consumidores
finales.
Junto a la cerámica griega, el Cabezo del Tío Pío,
también aportó un amplio surtido de vajilla fina ibérica, pesas de telar,
fusayolas y armas (falcatas, lanzas, soliferrea, regatones) y fragmentos
de escultura, procedentes de la necrópolis y que documentan la existencia de
monumentos funerarios.
n
Piezas del Canónigo Juan Lozano. (desaparecidas)
n
Vaso de
Guerreros y otras 135 piezas en el M.A.N. (el Ayuntamiento de Archena posee una
serie de dia
positivas
de estos materiales, realizadas en la legislatura 1991-95).
n
Piezas de D. Julián San Juan Cava.
(desaparecidas)
n
Colección de D. Antonio Vives Escudero (en el
M.A.N y otros museos).
n
2 vasos plásticos en forma de jabalí y un delfín
de cerámica campaniense.
n
Vaso plástico de cerámica ibérica en forma de
lobo (estudiado por Virginia Page*).
n
Ungüentarios fusiformes.
n
Posible Copa Cástulo de cerámica ática.
n
2 botellitas y una urna.
n
7 platos y un cuenco, al menos uno de “terra
sigillata”.
n
Cucharilla y aguja crinalis romana.
n
Cuentas de collar y alabastrón cilíndrico de
vidrio.
n
8 fusayolas y un caballito de cerámica.
n
2
fíbulas anulares hispánicas.
n
2 aros
pequeños y otro grande de bronce.
Barniz rojo
n
4 platos llanos
n
Un plato hondo
n
Botellita bitroncónica
n
Botellita semiovoide